¡Sí, la autonomía aporta al trabajo en equipo!
Cuando se desarrollan habilidades para la autonomía, los educadores suelen inquietarse por el fomento del trabajo en equipo, y por el aporte que hará el individuo a su comunidad.
Educación Relacional promueve la autonomía de los estudiantes, al tiempo que desarrollan habilidades que potencian el trabajo colaborativo. Usa estas cuatro estrategias para apoyar a tus estudiantes en este desarrollo:
1. Comparte y trabaja el concepto de autonomía. ¿Qué significa trabajar con autonomía? ¿Qué palabras se asocian a esta? Orienta el ejercicio para resaltar que el trabajo autónomo no significa trabajar de forma solitaria, sino aprender a tomar decisiones, gestionar el tiempo, y, en definitiva, ser autores de nuestra propia vida.
2. Pon en práctica estrategias de metacognición, realizando preguntas para que cada uno conozca sus fortalezas, debilidades, gustos e intereses, y los tenga en cuenta en su proceso de aprendizaje: ¿Qué actividad te gustó más, y por qué? ¿Qué te resultó más fácil en este proceso? ¿Qué se te dificultó? Educación Relacional plantea que cada persona es única, diversa y en permanente cambio. Al conocernos mejor, aportaremos más al trabajo con otros y de forma asertiva.
3. Incluye opciones y orientaciones para realizar las actividades tanto de forma individual como colectiva. Cada plan de aprendizaje puede proponer actividades personalizadas a medida que los estudiantes van proponiendo alternativas y desarrollando habilidades de aprendizaje autónomo. Incluir actividades grupales permitirá incentivar el trabajo en grupo.
4. Propicia la creación de clubes según los intereses de los estudiantes. En cada club, los miembros pueden tener responsabilidades diferenciadas para lograr un objetivo común. En este sentido, ofrecen un escenario perfecto para potenciar el trabajo en equipo haciendo uso de las habilidades de aprendizaje autónomo.
