El proceso de aprendizaje de Educación Relacional tiene cuatro etapas con objetivos y características específicas - punto de partida, investigación, desarrollo de habilidad y relación - que llevan al estudiante hacia el constante desarrollo de habilidades basado en sus gustos e intereses, lo que genera motivación intrínseca de su proceso.
La etapa de relación se caracteriza por promover que el estudiante trabaje la crítica y la reflexión frente a lo aprendido y tenga la capacidad de relacionarlo con su contexto y otras áreas o temas.
Una de las estrategias que propone Educación Relacional para que el estudiante logre esta relación es la entrega de valor. Considerada como la capacidad de actuar para la mejora propia, de la comunidad y la naturaleza. Por tanto, esta capacidad es esencial para el progreso y la consolidación social, en tanto manifiesta los aportes de las personas y contribuye al bienestar general.
Para proponer actividades al estudiante que entreguen valor el educador puede:
Todo lo que aprenden los estudiantes sirve para hacer entrega de valor. El paso esencial es fomentar que actúen desde la pregunta ¿cómo puedo ayudar a mis amigos, familia o comunidad con lo que estoy aprendiendo?
Autor: Jose David Ariza