Evaluando la excelencia de mis trabajos

Después de varios días logras concretar una tarea, la envías y esperas el resultado de tu trabajo. Pero puedes anticiparte a eso, siendo tú quien tenga la certeza que ha quedado excelente. Para esto, Educación Relacional promueve procesos de evaluación durante la ejecución de las tareas.

Para lograr lo anterior, haz las siguientes reflexiones a media que alcanzas tus metas:

1. Determina el propósito de cada actividad respondiendo a la pregunta ¿Para qué desarrollo esta actividad? Ejemplo: antes de empezar a elaborar tus trabajos, piensa ¿qué quieres lograr con ese trabajo? o ¿cuál es el objetivo que te plantearon tus docentes para ese trabajo? Ten presente lo anterior para orientar el trabajo que estás realizando.

2. Proyecta un propósito personal, siempre piensa en algo que deseas lograr para tu aprendizaje. Ejemplo: mejorar mi redacción, leer mejor, ampliar sobre un tema interesante. Así, tendrás objetivos personales para cada actividad y sentirás más motivación para realizarlas.

3. Pregúntate si lo estás haciendo bien, es necesario que tú mismo hagas el proceso de evaluación sin esperar que una persona externa sea quien te evalúe continuamente. Ejemplo: traza un plan a seguir, verificando si las acciones se están cumpliendo y cuales han sido los factores que han intervenido para lograrlo.

4. Establece criterios de calidad y excelencia, durante el desarrollo y al final cada actividad es necesario que revises si los criterios que te dieron tus docentes y la presentación de tus trabajos son acordes al resultado esperado. Ejemplo: la entrega de la actividad se dio dentro de los tiempos propuestos, se utilizaron todos los recursos disponibles para alcanzarlo, se trabajó con la secuencia establecida, etc.