Educación Relacional reconoce el ritmo de aprendizaje de los estudiantes y las particularidades de su proceso de aprendizaje, con el objetivo de que cada día avancen hacia la excelencia. Para lograrlo, las dinámicas de evaluación se acompañan desde la retroalimentación constante, desde el reconocimiento de fortalezas y dificultades.
Hoy te compartimos aspectos a tener en cuenta para una retroalimentación efectiva:
1. Ten clara la meta de aprendizaje y define desde el principio los criterios que te permitirán evaluarla. Ejemplo: lograr la construcción de ensayos cumpliendo con su estructura básica, introducción, desarrollo y conclusión.
2. La retroalimentación debe ser parte del proceso, por eso es importante que dentro de la planeación se programen espacios para realizarla. Ejemplo: después de 2 horas de trabajo o al desarrollar los cinco primeros ejercicios, tomamos un tiempo de 10 minutos para retroalimentar. Así garantizamos que sea oportuna para favorecer el aprendizaje.
3. Genera un ambiente de confianza y destaca el trabajo del estudiante. Ejemplo: estás realizando un excelente trabajo desarrollando los ejercicios. Ahora, recuerda que cuando hay un signo negativo antes de un polinomio, todos los signos del polinomio cambian. Esto le permite al estudiante retomar sus avances y reconocer por sí mismo en qué puede mejorar.
4. Presentar con claridad lo que se espera a partir de la retroalimentación. Ejemplo: al terminar estas actividades lograste el reconocimiento de las características de un polinomio, ahora debes aplicar ese aprendizaje en el desarrollo de los cinco primeros ejercicios de la actividad 1.
La evaluación es fundamental en el proceso de aprendizaje: da valor a los avances, aumenta las oportunidades de mejora y reorienta nuestro actuar.
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