¿Qué es la evaluación en Educación Relacional?

Es el ejercicio metacognitivo en el cual el estudiante es el protagonista. A partir de su propio reconocimiento, potencia sus habilidades, mide su progreso, identifica oportunidades de mejora continua, plantea estrategias y transforma las condiciones para fortalecer su proceso de aprendizaje. El papel del educador en este ejercicio es utilizar la evaluación del estudiante como punto de partida para asesorarlo, orientándolo a considerar otros criterios de calidad que aumenten la objetividad en su evaluación y lo guíen hacia la excelencia.

El estudiante reflexiona sobre su aprendizaje mientras que el educador lo motiva y le proporciona herramientas e información adaptadas a sus características. Este tipo de evaluación se caracteriza por desarrollar en el estudiante habilidades y características esenciales para la vida, tales como:

•  Ser objetivo.
•  Incorporar la metacognición como estrategia de mejora.
•  Ser receptivo ante las críticas y reconocer que siempre hay espacio para mejorar.
•  Construir un plan de excelencia.
•  Aprender a reconocer su proceso como único y en constante desarrollo.
•  Aprender a valorar el progreso.
•  Aprender a tomar decisiones coherentes con su proyecto de vida.
•  Aprender a abordar tareas y desafíos grandes de manera progresiva.
•  Construir un plan para alcanzar una meta.

Para lograr que el estudiante se convierta en el autor de la evaluación, debe pasar por tres niveles durante su vida escolar, lo que le permitirá aprender a evaluarse. En el primer nivel, logrará reinterpretar el concepto de evaluación y reconocer que esta no es únicamente un elemento de auditoría o certificación, sino una herramienta para alcanzar la excelencia.

Posteriormente, reconocerá y vinculará diferentes estrategias y herramientas metacognitivas que le permitirán mejorar progresivamente en su aprendizaje. Finalmente, el estudiante aprenderá a establecer criterios, metas y objetivos de evaluación pertinentes a su desarrollo diferencial, convirtiéndose en el protagonista de la evaluación."

Premisas sobre evaluación

Estas son las claves fundamentales para comprender qué es, por qué y cómo implementar una evaluación centrada en el mejoramiento. Buscan estimular la reflexión y transformar las concepciones sobre la evaluación, con el objetivo de diseñar prácticas evaluativas que impulsen el desarrollo del potencial de los estudiantes, basadas en la personalización y la autonomía.

1.  La evaluación es un proceso sistemático y continuo para tomar decisiones que generen un movimiento hacia el mejoramiento.
2.  La evaluación tiene tres componentes: hacer visible el proceso, analizar lo visible y tomar decisiones para avanzar hacia la meta.
3.  En Educación Relacional, la evaluación permite al estudiante entrar en un estado de "excelencia", que es el mejoramiento continuo.
4.  En una educación que fomenta la autonomía, los estudiantes aprenden a evaluarse y se convierten en protagonistas de su propio mejoramiento.
5.  Una evaluación centrada en el mejoramiento es necesaria para construir un mundo mejor personal y socialmente.
6.  En el siglo XXI, la educación debe ser un aprendizaje a lo largo de la vida, lo cual requiere que las personas aprendan a evaluarse para mejorar continuamente.
7.  La evaluación en el sistema educativo tiene una mala reputación debido a la percepción de éxito o fracaso.
8.  La evaluación centrada en la certificación encasilla a los estudiantes y genera sesgos.
9.  Una evaluación centrada en el mejoramiento muestra avances, obstáculos y oportunidades.
10.  Educación Relacional propone el imperativo ético de mejorar personal y comunitariamente a través de las acciones diarias.
11.  Para mejorar, es importante evaluar los factores que favorecen u obstaculizan el aprendizaje.
12.  La metaevaluación permite hacer visible cómo afectan las actividades evaluativas al estudiante y adaptar el proceso.
13.  La metaevaluación implica que el estudiante evalúe sus propias capacidades de evaluación y reflexione sobre su aprendizaje.
14.  Es necesario evaluar la autonomía del estudiante en la planificación, monitoreo y evaluación de su proceso de aprendizaje.
15.  El estudiante debe ser protagonista en el proceso de evaluación para mejorar continuamente.
16.  Seleccionar un número pertinente de metas evita la sensación de falta de mejoría a lo largo del tiempo.
17.  Es importante elegir opciones factibles en la evaluación de progreso para observar avances en una meta.
18.  El uso de preguntas permite indagar sobre el progreso y potenciar los avances.
19.  La evaluación debe realizarse mientras los estudiantes están aprendiendo.
20.  Al diseñar actividades evaluativas, se deben seguir principios como la espontaneidad, el diálogo, la originalidad y el criticismo.