Evaluando en familia

La mejor estrategia para la evaluación es mantener una comunicación cercana con nuestros hijos.

 

Esta comunicación debe permitir transmitirles la confianza que tenemos en ellos, el refuerzo positivo en las acciones que ejecutan, la claridad en el camino que seguirán, la tranquilidad para seguir un camino propio, la felicidad por los aprendizajes que construirán, la valoración de su esfuerzo y la excelencia en cada cosa que harán.

Esta nueva modalidad de trabajo que empiezan nuestros hijos los enfrenta a diferentes retos y uno de esos es saber si las cosas que vienen haciendo respecto a las actividades académicas están bien o no.  Esta es una pregunta común que enfrentaremos como padres y que nuestros hijos también enfrentarán en el desarrollo de sus actividades

Para responder a esto pertinentemente, es necesario construir desde la comunicación asertiva con nuestros hijos una evaluación por procesos.  Una comunicación que nos permita orientar el trabajo que cada uno de ellos desarrolla alrededor de las tareas, ejercicios o actividades en las que avanza.  

Con esta evaluación por procesos, a cada paso que dan los niños en la construcción de sus actividades van fortaleciendo cada vez más su proceso, dado que cada uno de estos es evaluado constantemente y así se garantiza que efectivamente lleguen al punto que se buscaba desde el comienzo del trabajo.

Para garantizar una evaluación por procesos, debemos seguir los siguientes pasos como padres:

  1. Acompañar la planeación de nuestros hijos para que puedan hacer una lista detallada de cada cosa que deben hacer.
  2. Asignar tiempo suficiente para las actividades que se harán. Organizar franjas de trabajo de máximo una hora, con periodos de descanso 5 a 10 minutos entre una y otra franja.
  3. Listar los recursos y materiales que necesitarán.
  4. Indagar el para qué de las cosas que van a estar haciendo y lograr que ellos puedan escribir esto.
  5. Acompañar con cierta periodicidad de tiempo el avance y la ejecución de las tareas, haciéndolo cada 10 o 15 minutos, si esta en secundaria o entre 2 a 5 minutos si esta en primaria. Aprovechemos estos tiempos para recordar con el niño la razón de para qué está haciendo cada cosa. Hagámosle las siguientes preguntas:
    1. ¿En qué has avanzado?
    2. ¿podrías explicarme lo que has hecho?
    3. ¿Puedes darme ejemplos de lo que has hecho?
    4. ¿Qué es lo siguiente que vas a hacer?
    5. ¿De qué formas lo puedes hacer? ¿cuál crees que es la mejor forma de hacerlo? ¿cuál te gustaría seguir?

 

  1. Al cierre de la actividad recuerda con tu hijo, para qué estaba haciendo la actividad y a partir de la respuesta dada a las preguntas anteriores evalúen si se ha logrado. En caso de no lograrlo construyan un plan para lograr este propósito.

 

Esta estrategia de evaluación por procesos en casa, nos permite afianzar los lazos que tenemos con nuestros hijos, dado que nos permite ir conociendo la forma en que ellos vienen trabajando y entendiendo las tareas, las necesidades que tienen para cumplir cada vez con mayor exigencia sus compromisos.

Además, esta es la oportunidad para consolidar  un refuerzo positivo a las acciones que desarrollan a diario y así impactar positivamente tanto en su auto concepto, como en su autoestima y ayudarlos a  ver que todas las acciones que están desarrollando en este periodo de trabajo virtual es una situación en la cual ellos van a poder aprender de una manera distinta, además de consolidar procesos de aprendizaje que les permitirá ir siempre más lejos para alcanzar mejores logros y, a la vez, fortalecer su proceso de evaluación propia.

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