¿Qué hago para que mis estudiantes sean felices aprendiendo?

¡Aprender es vivir!

Existen muchas formas de aprender. A algunos les gusta aprender por su cuenta, a otros les gusta compartiendo, unos cuantos aprenden hablando y otros tantos escuchando música. Sin importar de qué manera les gusta o cómo aprenden mejor los estudiantes, lo importante es poder responder a esta diversidad logrando generar entusiasmo por el aprendizaje.

En las siguientes líneas te brindaremos algunas estrategias desde la Educación Relacional que te pueden apoyar en tu labor docente, para que tus estudiantes se sientan más cómodos y felices con su proceso de aprendizaje.

 

  1. Para iniciar, orienta al estudiante a identificar su tipo de inteligencia. Según Howard Gardner, existen 8 tipos de inteligencia que pueden brindar una ruta de cómo se aprende mejor; estas son: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-kinestésica, interpersonal, interpersonal, naturalista. ¡Lo importante es conocer cuál es el tipo de inteligencia que prima, todas se desarrollan en cada persona, pero hay algunas que se desarrollan más!

 

  1. Reflexiona sobre las estrategias, recursos o herramientas que puedes brindar u orientar para responder al tipo de inteligencia según la etapa de aprendizaje, por ejemplo:

 

  • Etapa de Punto de partida: plantea escritura de diálogos sencillos, lectura de comics relacionados con el tema, videos que capten la atención, entre otros.
  • Etapa de Investigación: puedes poner lecturas sencillas donde se puedan extraer ideas principales, videos con datos científicos relacionados con el tema, ejercicios de lógica, creación de mapas mentales donde se incluya la creación de dibujos, etcétera.
  • Etapa de Desarrollo de habilidad: propón realizar proyectos de escritura o de creación de videos cortos para demostrar el aprendizaje, creación de obras plásticas u otras expresiones artísticas.
  • Etapa de Relación: pueden hacer una carta a un ser querido, un tutorial paso a paso, creación de un guion de teatro, una campaña para compartir aprendizajes o para mejorar algún aspecto del entorno cercano.

 

  1. Sé creativo en las actividades que propongas, procura responder a todas las formas de aprendizaje, ponte en el lugar del estudiante y reflexiona si realizando la actividad se sentirá cómodo y feliz. No busques abarcar temáticas, céntrate en el desarrollo de habilidades desde tareas lúdicas y productivas.

 

  1. Procura brindar espacios para que los estudiantes aporten y socialicen ideas sobre las actividades que les gustaría desarrollar; desde sus aportes, orienta las actividades para responder a las habilidades que se quieren seguir desarrollando en ellos desde cada área.

 

¡Recuerda que la felicidad debe empezar por ti para hacer felices a tus estudiantes!

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