El poder de los hábitos

hábitos Sep 03, 2020

El periodista estadounidense Charles Duhigg, nos cuenta a través de su libro El Poder de los Hábitos (2012), una historia común acerca de cómo las decisiones se convierten en comportamientos y a su vez, cómo lo que creemos que es una elección bien considerada, es el producto de los hábitos.

Cuando tenemos un hábito, nuestra mente trabaja de manera automática, tanto así, que lo realizamos de manera natural sin prestar mayor atención. Solo al tratar de dejarlo es cuando realmente hacemos conciencia de que lo tenemos. Una vez establecemos una rutina, esta permanece en nuestras mentes.

Educación Relacional promueve hábitos en los estudiantes. A continuación, te contamos cómo:

1. Planear por metas. Este es un hábito que se afianza por medio del uso de herramientas como la agenda. Lo importante es conectar toda tarea a metas de distintos tipos (corto, mediano, largo plazo) que se promuevan desde la familia o educadores y que se basen en criterios de calidad bien definidos. Es recomendable iniciar con esta dinámica de planeación desde edades tempranas.

2. Momentos del día. Esta cultura de trabajo en el aula permite organizar el tiempo de manera efectiva. Momentos como la apertura, el desarrollo y el cierre de las jornadas, regulan los hábitos para alcanzar niveles de autonomía más altos porque se basan en procesos evaluativos para el alcance de metas, y, en consecuencia, de acciones que se mantienen o se modifican al día siguiente.

3. Planes de aprendizaje por etapas. Los educadores plantean una ruta de aprendizaje que potencia el protagonismo de sus estudiantes. Esto se logra promoviendo habilidades específicas basadas en un detonante que motive, en la consecución, aprovechamiento y procesamiento de recursos para investigar, en la práctica y experimentación y en la comprensión del entorno para transformarlo. Cada etapa está basada en secuencias lógicas que fortalecen distintos procesos de pensamiento que llevan a formar hábitos.

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