Pensar en voz alta: una estrategia para desarrollar la autonomía
Constantemente nos damos instrucciones para ejecutar tareas cotidianas, por ejemplo, cuando vamos de compras repetimos en voz alta y no escribimos una lista, lo que permite estar más centrados en la tarea. Esta habilidad de autorregulación puede ser orientada en los estudiantes como apoyo en la toma de decisiones y en el establecimiento de rutinas.
Educación Relacional te brinda las siguientes pautas para usar efectivamente esta estrategia en los momentos del día:
- Para la organización de la planeación, lee en voz alta las actividades propuestas en el plan de aprendizaje y apóyate de estas preguntas para garantizar el alcance de la meta. Ejemplo: ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué he entendido? ¿Cuál es la instrucción para desarrollar la actividad? ¿Qué datos tengo?
- Desarrollo de actividades. Como acompañante del proceso analiza junto al estudiante las tareas por hacer y solicita que verbalice las acciones mediante las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Cuál es el primer paso? ¿Cuál es el paso siguiente? Luego, acompaña a que evalúe el avance en la ejecución de la tarea a través de estas acciones: verificar los pasos de la actividad para estar seguro de haberlo realizado en orden y comprobar si el resultado es lógico de acuerdo con la instrucción.
- Cierre. Con las siguientes frases, motiva en el estudiante el refuerzo positivo al finalizar una tarea: ¡Me está saliendo muy bien!, ¡Ahora, mucho mejor!, ¡Hace cinco minutos que no me levanto de la silla!, ¡Lo he conseguido por mí mismo!, ¡He descubierto el error y lo he corregido: fantástico!