Mito #1: La personalización es posible solo cuando hay pocos estudiantes en el aula

Es usual que cuando se ofrece una educación personalizada, uno de los atractivos sea el número reducido de estudiantes por aula. Esta dinámica da a entender que en el ámbito educativo privado o público,  atender más de “x” estudiantes dificulta o imposibilita la personalización.

Pero, ¿qué concebimos por personalización? Empecemos por hacer esta aclaración. Educación Relacional entiende la personalización como el ajuste del proceso de aprendizaje con base en las necesidades, nivel de autonomía, gustos e intereses y potencial de cada estudiante. Esta perspectiva parte del principio de que cada persona es autora de su vida, actora social, única, diversa y está en permanente cambio.

Con base en lo anterior, te presentamos dos pasos y un ejemplo que te permitirán personalizar el proceso de aprendizaje de tus estudiantes, independiente de cuántos ocupen tu aula o taller:

1. Identifica la naturaleza de la personalización: al ser un ajuste durante el proceso de aprendizaje, la personalización surge por alguna razón, bien sea alguna necesidad que se debe atender o un potencial que se identifica y debe fortalecer del estudiante. Por lo tanto, esta será tu mejor aliada para apoyar a tus estudiantes cuando presenten una dificultad o cuando su desempeño sea sobresaliente en algún tema o habilidad. Ejemplo: diagnosticar gustos e intereses al inicio de año escolar.

2. Determina los criterios para personalizar, una vez identifiques la naturaleza del ajuste que vas a realizar, es necesario que determines bajo qué criterio lo harás; este puede ser gusto o interés, nivel de autonomía o del desarrollo de una habilidad, ritmo de aprendizaje, etc.

Veamos un ejemplo:

Grado: preescolar

Habilidad a desarrollar: nudo, atarse las agujetas

Naturaleza de la personalización: atender las necesidades y potencial de los estudiantes

Criterio para personalizar: nivel en el desempeño del desarrollo de la habilidad

Actividad de Personalización:

Teniendo en cuenta que el criterio para personalizar, es el nivel del desempeño  en el desarrollo de la habilidad, es necesario que identifiques los 3 momentos de este desarrollo. Hazlo de la siguiente forma:

  • Estudiantes que aún deben desarrollar el agarre de pinza, destreza necesaria para el desarrollo de la habilidad: se les propondrá actividades de motricidad fina para que logren el aprendizaje.
  • Estudiantes que tienen la destreza del agarre de pinza: se les propondrá la actividad que estaba pensada para la sesión.
  • Estudiantes que ya saben atarse las agujetas: se les propondrá una actividad en la que aprendan otros tipos de nudos como medio enganche, nudo de ocho, etc.

De esta forma, identificarás en qué momento del desarrollo de la habilidad se encuentra cada estudiante y podrás aplicar la actividad que corresponda para mejorar el desempeño.

Este ejemplo, permite evidenciar que independiente del número de estudiantes que tengas, determinar la naturaleza y el criterio de la personalización, conlleva a que todos los estudiantes sean apoyados de manera pertinente y justificada, sin que te sobrecargues diseñando una actividad para cada uno, en tanto las acciones se plantean con base en los criterios de la tarea a realizar.

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