Educación Relacional promueve que los estudiantes afiancen su habilidad como planear o tomar decisiones, para que desarrollen su autonomía. Algunas de las funciones ejecutivas más importante para este desarrollo, está la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva y el autocontrol o inhibición.
A continuación, te presentamos actividades para fortalecer en el estudiante estas funciones:
1. Memoria de trabajo: es clave que se plantee actividades que exijan recordar objetos, ubicación o características. Ejemplo: buscar parejas entre tarjetas que contienen información idéntica como variables o términos que se necesitan para realizar una operación o ecuación matemática. Esto también apoya el trabajo para fortalecer la flexibilidad cognitiva.
2. Flexibilidad cognitiva: plantea actividades que necesiten de la definición de estrategias o reglas para su desarrollo. Ejemplo: plantear una situación y establecer roles que deben vincularse a la ejecución de la actividad. Esto lleva a que los estudiantes reconozcan sus habilidades para plantear, defender y respetar puntos de vista.
3. Observación, atención y clasificación: desarrollar actividades en función de estas capacidades, permite al estudiante identificar información relevante sobre un objeto, fenómeno o persona. Ejemplo: presentar información en distintos formatos (imágenes o texto) solicitando que se listen la mayor cantidad de diferencias o similitudes en un tiempo determinado.
Estas acciones sencillas permitirán potenciar a nuestros estudiantes en el desarrollo de su proceso de aprendizaje.