Dar vida al principio del respecto profundo que promueve Educación Relacional requiere de estrategias para una educación personalizada, entendiendo que cada individuo es autor de su vida, actor social, y que cada persona es única, diferente y en permanente cambio. Los encuentros ”uno a uno” son esos minutos valiosos que permiten reconocer gustos, oportunidades y necesidades, para apoyar el aprendizaje significativo.
Establece conversaciones cortas y significativas con cada uno de tus estudiantes, siguiendo estos pasos:
1. Explícales cuáles son tus propósitos en estos encuentros, para que entiendan por qué deseas conocerlos mejor. Usa estos argumentos: deseas que lo que aprendan tenga impacto y sentido en sus vidas; quieres contribuir a sus sueños y metas; te propones personalizar su ruta de aprendizaje teniendo en cuenta sus habilidades y necesidades; o, deseas que la clase sea la mejor y que ellos se sientan bien.
2. Cuenta algo de ti, de tus gustos, intereses, o de algo que estás aprendiendo o intentando hacer en este momento, para propiciar un ambiente de confianza. Por ejemplo, si estás estudiando o tienes algún proyecto, compártelo. Esto les permitirá entender que tú también eres una persona “única, diferente y en permanente cambio”, y te ayudará a romper el hielo si es necesario.
3. Realiza una lista para que tus estudiantes se apunten a esos encuentros individuales. Así, sabrán en qué momentos ocurren y podrán planearse para sacarles el máximo provecho.
4. Establece una conversación amena y casual, que no parezca un examen o interrogatorio. Invítalos a compartir alguna experiencia importante, hablar sobre sus sueños, o contar lo que les gusta hacer fuera de la escuela, entre otras cosas. Esto tendrá dos propósitos: por un lado, les ayudará a conocerse mejor a sí mismos, y por otro, te dará información para apoyarlos.
Implementa estas estrategias y podrás comprobar cómo estos encuentros se traducen en experiencias de aprendizaje significativas para ti y tus estudiantes.
Autor: Inés Hebrard
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